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El Grupo Cajamar y Garrigues reúnen al sector agroalimentario para analizar estrategias de crecimiento


El Grupo Cooperativo Cajamar y Garrigues han reunido esta mañana en Valencia a más de un centenar de representantes de cooperativas y empresas agroalimentarias de la Comunidad Valenciana, con motivo de la celebración de una jornada dedicada al fomento de fórmulas de cooperación e integración que favorezcan su competitividad.

Imagen de los participantes en la mesa redonda

La jornada “Reflexiones sobre la integración de entidades agroalimentarias de la Comunitat Valenciana” ha sido inaugurada por el vicepresidente del Consell y conseller de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, José Císcar, quien ha destacado que “el cooperativismo agrario valenciano ha alcanzado un gran nivel de desarrollo, de cualificación y de profesionalidad. De cara al futuro, es preciso avanzar en un proceso de actualización, a través de las fórmulas de integración, fusión o agrupación más adecuadas para ganar dimensión, competitividad y eficacia, en beneficio de los productores que las integran, y del conjunto de la economía y de la sociedad de la Comunidad Valenciana". 

Por su parte, el director territorial de Cajamar en Valencia y Castellón, Francisco González, ha indicado que“con la celebración de esta jornada pretendemos transmitir conocimiento sobre las distintas fórmulas posibles que permiten avanzar y desarrollar procesos de cooperación entre las organizaciones de productores para mejorar su competitividad en los mercados”.

La primera ponencia ha tratado sobre las políticas a favor de la integración de entidades agroalimentarias, y ha sido impartida por el director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz.

Durante la presente legislatura, una de las principales iniciativas legislativas adoptadas por el Ministerio de Agricultura ha sido la ley de fomento de la integración de cooperativas, con la que se pretende fortalecer la estructura empresarial y la capacidad de negociación del eslabón más débil de la cadena: los agricultores y las entidades asociativas que los agrupan para la transformación y comercialización de sus productos.

Durante el encuentro también se han tratado los aspectos mercantiles y de la Competencia. En este sentido, Ernesto Rey, socio del departamento mercantil de Garrigues, ha subrayado que “el incremento de la competitividad de las entidades agroalimentarias de la Comunidad Valenciana pasa por una estrategia de crecimiento que las equipare, o acerque al menos, al tamaño de este tipo de entidades a nivel europeo. Este crecimiento únicamente puede pasar por la fusión con otras entidades o por la integración, esto es acuerdos que, aunque no impliquen una operación corporativa, supongan la puesta en común de los intereses económicos de las entidades participantes”.

“Las ventajas y desventajas de una u otra operación (fusión-integración)- ha añadido- deben analizarse caso por caso si bien, de forma general, la experiencia demuestra que resulta complicado mantener en el tiempo estructuras no corporativas que conlleven una unidad orgánica organizada y con garantías de funcionamiento homogéneo a largo plazo. En este sentido, la integración debería entenderse como proceso previo y de prueba a un proceso de fusión”.

Por su parte, Marcos Araujo, socio director del departamento de Derecho Europeo y de la Competencia de Garrigues, ha manifestado que “una cuestión especialmente relevante para las cooperativas y empresas del sector es valorar cómo se aprecian los acuerdos de integración. Inicialmente, estos acuerdos se examinan como concentraciones, y deben ser notificados obligatoriamente cuando se superan determinados umbrales”.

“Hay, sin embargo, mecanismos como la constitución de cooperativas de segundo o ulterior grado que no necesariamente suponen una concentración, sino se examinan como contratos de compra o venta conjunta. Aquí parece existir una tensión entre el favorecimiento de la integración agrícola, necesaria a fin de conseguir una dimensión eficiente en el mercados internacionales, y la preocupación de que resulten situaciones indeseables de poder de mercado”, según Araujo.

Roberto García Torrente, director de Negocio Agroalimentario del Grupo Cooperativo Cajamar, ha explicado a los asistentes que el objetivo de la jornada es que “los productores puedan avanzar en la cadena de valor, que el producto experimente la mayor transformación posible en origen, y que la capacidad de prestar servicios añadidos, los consolide como interlocutores privilegiados de la gran distribución”.

García Torrente ha explicado que la ley de fomento de la integración de cooperativas “ha abierto un intenso debate en el sector, que ya está propiciando los primeros acuerdos entre grupos cooperativos conscientes de que la dimensión es una cuestión necesaria, pero no suficiente, para poder competir en un mundo cada vez más globalizado”. En su opinión, “si los resultados obtenidos por estos primeros grupos de integración son positivos, el proceso se acelerará considerablemente en los próximos años dando lugar a empresas de dimensiones similares a la que ya tienen las cooperativas del centro y norte de Europa”.

La jornada ha concluido con una mesa redonda dedicada a los retos de las cooperativas agroalimentarias valencianas, en la que han participado el presidente del Grupo Baco, Angel Villafranca, el subdirector comercial de Anecoop, Juan Carlos Bolta, el jefe de Servicio de Cooperativismo y Economía Social de la conselleria de Economía de la Generalitat Valenciana, José Ignacio Martínez, y el director de Negocio Agroalimentario del Grupo Cooperativo Cajamar, Roberto García Torrente. Tras la misma, en la que se han expuesto las opiniones acerca de la viabilidad de los procesos de integración así como algunas experiencias de entidades agroalimentarias inmersas en los mismos, el secretario autonómico de Economía y Empleo,Fernando Díaz, ha clausurado la jornada.